Raziel
Al ver surgir aquel dron con ametralladora incorporada, tuvo que correr para esconderse hacia una de las paredes de la habitación para evitar ser alcanzado por una de ese barrido de balas. Al parecer aquel Cantrell quería marcharse tranquilamente de allí, mientras aquel robot hacia fuego de supresión. Era hora de no de actuar como un parapsíquico, sino como una criatura preparada para el combate.
Sus compañeros escucharon un sonido brusco en el suelo, la sensación que tuvo el parapsiquico fue totalmente diferente, era como si hubiera sumergido a toda velocidad en un profundo lago frío. Entonces sintió nuevamente el calor del vínculo, mientras sus compañeros solo podían ver como el telépata tenía los ojos en blanco.
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El ambiente de la habitación era diferente, podía escuchar el sonido de las balas emerger de aquella máquina, así como la respiración pausada y tranquila de Cantrell mientras daba un paso seguido de otro, sin que el menor miedo lo inundara... al menos hasta ese momento. Era hora de hacer uso del "tentáculo" de esquirlas metálicas. Cantrell proyectaba un color vivo, mientras el dron tenía una coloración azulada a sus ojos. No dudo un instante, primero acabaría con aquello que impedía cazar a su presa y luego le destrozaría las piernas para que no pudiera huir mientras lo escuchaba gritar.
El enorme Nephilim se asomó y concentró todo el fuego en el dron haciendo un barrido en diagonal para desestabilizar el terreno que pisaba el hechicero y fuera dañado en lo máximo aquel máquina.