Evanthia
La joven escuchó la respuesta del enano y la sopesó antes de decir.
- Lo cierto es que tampoco sabría con quien hablar. Sin embargo no creo que la gente sea como dices, Garoth. Pueden ser unos desalmados, asesinos, ladrones, timadores… pero no darán la espalda a la ciudad en su momento más difícil. Aunque solo sea para defender sus zonas de trabajo. También deberíamos hablar con el gremio de magos y con el resto de gremios de la ciudad. Está claro que hay alguien tratando de hundirla, pero no creo que todo el mundo en esta ciudad piense igual - Miró a sus compañeros uno a uno tras hablar. Les dejó un momento para meditar sus palabras y se acercó a la puerta.
- ¿Se os ocurre otra cosa mejor que hacer? No creo que defendáis mucho la ciudad quedándoos aquí plantados. En cualquier caso siempre podéis vigilar a Borloch por si Alexia apareciera durante el ataque - Se encogió de hombros y sonrió.- Os deseo la mejor de las suertes, hagáis lo que hagáis. Yo voy a hacer lo que el corazón me pide que haga y, si tengo que morir aquí, lo haré con la conciencia tranquila por haber hecho todo lo posible por defender la ciudad.- Miró una última vez a su amiga a los ojos, deseando que saliera de allí y se pusiera a salvo, y salió de la sala.