castillo

Construir tu propia fortaleza (II)

Continuamos con la segunda parte de la guia para Construir tu propia fortaleza (I)

Determinar el precio final

Una vez hayas escogido todos los componentes y extras, suma sus costes. Ya casi habrás terminado de diseñar tu fortaleza, pero hay tres factores que pueden variar el coste final: los modificadores por emplazamien­to, el tiempo de construcción y el coste del personal.

Modificadores por emplazamiento

Anteriormente, en el primer paso, has escogido el emplazamiento de tu fortaleza. Junta ahora todos los modificadores al coste, y aplica el resultado para obtener el total del coste.

Tiempo de construcción

El coste que has determinado hasta el momento su­pone la mejor planificación para la construcción de tu fortaleza equilibrando coste y efectividad. Has contratado suficientes trabajadores para realizar la construcción en un plazo razonablemente rápido pe­ro de forma tan barata como ha sido posible. Si bien no puedes ahorrar dinero haciendo que tus opera­rios trabajen más despacio, si tienes prisa en tener tu fortaleza terminada, puedes pagar más para reducir el tiempo de construcción. Hasta el momento, en construir una fortaleza se tarda una semana por cada 10.000 po o fracción de coste total Por cada 10% adicional que pagues, se reducirá en un 10% el tiempo de construcción, hasta un máximo de un 70% de prima por “trabajo a destajo” para obtener la fortifica­ción terminada en un 30% del tiempo que sería normal. El DM puede decidir que algunas fortalezas no pueden utilizar esta regla, o al menos no al completo. Por ejemplo, si tu fortaleza incluye una gran canti­dad de arquitectura maravillosa y quieres cons­truir tales objetos de forma separada y personalmente (utilizando las reglas para construir objetos mágicos que se encuentran el la Guía del Dungeon Master). En ese caso tú y el DM debéis trabajar juntos para determinar qué partes de la for­taleza pueden verse afectadas por estas modificacio­nes al tiempo de construcción.

Mano de obra gratis y fuera de lo normal

Según la marcha de la campaña, los personajes po­drían tener acceso a mano de obra gratuita o a precio reducido. Quizás una reina agradecida destine traba­jadores para ayudar en la construcción de tu fortale­za, o tal vez tu pueblo natal empiece a edificar una casa solariega en tu honor. El DM y tú debéis trabajar conjuntamente para decidir qué descuento se obtiene de la mano de obra gratuita en cada caso, considerando cada uno de for­ma separada e independiente. A modo de orienta­ción, supon que el coste de mano de obra representa un total aproximado del 30% del coste total (hasta el momento) de tu fortaleza. Si la reina te proporciona la mitad de los trabajadores, eso supondrá un des­cuento del 15% (la mitad del coste de mano de obra, que es el 30%). ¿Y qué ocurre si tus trabajadores son zombis que nunca se cansan o jamás necesitan dormir? Tal vez tengas con­tratados a gigantes de piedra increíblemente fuertes o a hábiles maestros albañiles enanos. En la mayoría de los casos, la mano de obra fuera de lo normal no afecta al coste de una fortaleza, ya que los trabajadores especialmente eficientes piden un salario acorde a sus servicios. Cincuenta albañiles enanos podrían hacer el trabajo de un centenar de albañiles humanos, pero saben que son mejores y por ello pedirán un sueldo más elevado. Los zom­bis pueden resultar baratos y eficientes, pero requieren la super­visión constante por parte de clérigos malignos que resultarán caros. Si dispones de mano de obra fuera de lo normal para cons­truir tu fortaleza, utiliza las reglas de ‘Tiempo de construcción’ que he comentado más arriba, para realizar el trabajo más rápido. Por ejemplo, los albañiles enanos podrían construir tu fortaleza en la mitad de tiempo, pero querer cobrar un 50% más. Sin embargo, la mano de obra fuera de lo normal puede aho­rrarte dinero si se convence a los trabajadores para que trabajen gratis. Quizás hayas hechizado algunos ettins para que te “ayu­den” a mover piedras enormes hasta el lugar adecuado. Quizás el señor de los enanos te deba un favor después de tu última aven­tura, y esté dispuesto a enviarte algunos arquitectos y artesanos. Trata estos casos como otra forma de mano de obra gratuita.

Coste del personal

Ahora es un buen momento para calcular cuánto te costará mensualmente tu personal. Cuenta el total de personal que requieren los diversos componentes y consulta la sección de ‘Personal’ (en próximas entradas del blog).

Señorío (dote especial)

Mediante el conocimiento de los nobles adecuados, estableciendo contactos con albañiles y artesanos, o realizando im­portantes servicios o hazañas para un señor feudal, obtienes recur­sos que pueden ayudarte a construir, expandir y/o mantener tu fortaleza.

Prerrequisitos: el personaje debe ser al menos de 9º nivel.

Beneficios: esta dote te proporciona una pequeña asigna­ción que puedes utilizar para edificar o expandir una fortaleza. (No puedes cobrarla y gastártela en cualquier otra cosa.)

De forma adicional, la dote de Señorío te proporciona fondos complementarios iguales a los gastos hechos de tu propio bolsi­llo, con un máximo anual igual a la cantidad que figura en la Ta­bla 1-6 para fondos adicionales. Por ejemplo, sí siendo de 13º nivel gastas 50.000 po (además de la asignación) para comprar componentes de fortaleza, paredes o arquitectura maravillosa, la dote te proporcionará un bonificador de asignación por la mis­ma cantidad, pero no te dará más hasta el año siguiente. Si tu personaje es de 11º nivel y gastas 50.000 po de tu bolsillo, la do­te solamente te proporcionará 25.000 po como fondos comple­mentarios.

Tabla-1.6
Tabla-1.6

La naturaleza exacta de los recursos dependerá de tu campa­ña; tú y tu DM deberíais decidirlo de antemano. Si has realiza­do misiones con éxito para un noble, un rico mercader u otro grupo de poder, quizás sea quien te ha dado la tierra para cons­truir. Si eres un clérigo, tal vez el culto envíe peregrinos que proporcionen mano de obra gratuita. O puede que, prescin­diendo de tu clase o posición social, hayas heredado una forta­leza de un pariente lejano al que habías olvidado. Consulta la Tabla 1-6: Recursos del Señorío, para ver cuánto puedes gastar. Cuando escojas la dote por primera vez, recibi­rás la cantidad que figura en la columna denominada ‘Asigna­ción para la fortaleza’. A cada nuevo nivel, obtendrás una asignación adicional igual a la cantidad listada en ‘Fondos adi­cionales obtenidos’ (que es igual a la diferencia entre la asigna­ción de la fortaleza del nuevo nivel y la del nivel anterior). Por ejemplo, si escoges la dote Señorío a 9º nivel, obtendrás 25.000 po para gastarte en la fortaleza, y cuando alcances 10º nivel, re­cibirás 25.000 po adicionales (50.000 – 25.000) que podrás utili­zar en tu fortificación. Los personajes pueden conservar su asignación de cada nivel si así lo desean sin cobrarla y hacerlo en un momento determinado, todo de golpe, si prefieren ha­cerlo de esta forma. Notas: varios personajes pueden adquirir esta dote y juntar sus recursos para construir una fortificación juntos. Sin embar­go, esta dote solamente proporcionará fondos complementarios para tus propias contribuciones (esto quiere decir que, si sois cuatro, y uno del grupo contribuye con 10.000 po a la construc­ción de la fortaleza del grupo de su propio bolsillo, la dote única­mente proporcionará a ese personaje 10.000 po como fondos complementarios, y no dará lo mismo a todos los personajes [40.000 po], incluso si los cuatro tienen la dote). Si los cuatro personajes tienen la dote y cada uno contribuye con fondos a la causa común, cada uno recibirá fondos complementarios iguales a su aportación.

Trazar un mapa de tu fortaleza

Una fortaleza no es un revoltijo de piezas diferentes desperdiga­das al azar y mezcladas como si alguien aliñara algún tipo de en­salada arquitectónica. Debe prevalecer un cierto sentido dentro de la estructura total, algo en lo que tendrás que terminar pen­sando cuando empieces a trazar el mapa de tu fortaleza. Puede que quieras llenar algunos vacíos existentes al ordenar los diferentes componentes y murallas de tu fortaleza. Dibujar esto arreglándolo una y otra vez sobre papel milimetrado puede resultar un engorro y consumir mucho tiempo. En lugar de eso, empieza primero por diseñar un es­quema o un borrador, o utilizando objetos diversos para las diferentes partes, a fin de hacerte una idea mental de las posibili­dades del conjunto. Con ello ahorrarás mucho más tiempo del que inviertas en hacer esto, al pasarlo luego de un golpe a limpio. Cuando más tarde traces el mapa de tu fortaleza, recuerda que las medidas exactas en pies cuadrados de cada componente son deliberadamente vagas a fin de proporcionarte la flexibilidad que necesitas. Así pues, por ejemplo, unos aposentos privados pueden ser una habitación de 20 por 20 pies, una habitación oc­togonal de 25 pies de diámetro, o una habitación de 15 por 30 pies. La mayoría de las habitaciones de una fortaleza tienen un techo de 10 a 15 pies de alto, pero si quieres un techo abovedado para un salón comedor, simplemente hazlo y no te rompas la ca­beza con lo que podría costar. Al conectar tus componentes: esta flexibilidad se extiende a vestíbidos, distribuidores y demás conexiones entre habitaciones. Cuando hablemos de los componentes, verás que en el listado de componentes no incluye recibi­dores, pasillos, escaleras u otros elementos de conexión, aunque pocas fortalezas carecen de ellos. En realidad, obtienes los recibi­dores, escaleras y demás de forma gratuita, debi­do a que el coste de cada componente incluye un cierto espacio de interconexión. Junta los componentes como tú quieras, siempre que lo hagas de una forma lógica y razonable. No es honrado construir pasillos de 40 pies de ancho y llenarlos con mobiliario, ya que entonces no se trataría de un pasillo, sino de una habitación.

Técnicas de cartografía

En lugar de sencillamente dibujar y volver a di­bujar otra vez tu castillo, considera utilizar uno de los métodos siguientes a fin de simplificar tu tarea.

La forma manual

Corta una hoja de papel en cuadrados, cada uno de ellos representará uno de los componentes de tu listado. Los componentes de un único es­pacio de fortaleza deberían medir cerca de 2 X 2 pulgadas (5 por 5 centímetros), y los componen­tes de dos espacios 4X2 pulgadas (sobre los 10 por 5 centímetros). Los que ocupan medio espa­cio 1 x 2 pulgadas (2.5 por 5 cm, aproximada­mente). Cada pulgada representa 10 pies (cada centímetro, unos 4 pies), de modo que un cua­drado de 2 x 2 pulgadas (5X5 cm) sería un espa­cio de 20 pies de lado, o 400 pies cuadrados. Ahora rotula el nombre de cada componente en cada pieza de papel correspondiente, asegu­rándote de que cada uno tiene las medidas ade­cuadas, una vez nombrada cada pieza estás listo para disponerlos en la forma que más te guste, dejando espacios para tus pasillos y de­más conexiones. Para representar edificios de varías plantas, apila las piezas una encima de otra dejando que se vea siempre una parte de la inferior, de forma que puedas ver las piezas infe­riores sobresaliendo debajo de las superiores. Juega con las diferentes posibilidades de or­denarlas, tal y como he descrito antes, miran­do las diversas opciones y, cuando estés listo, pega las piezas con cinta o masilla adhesiva. La masilla o la cinta adhesiva de doble cara, fácil de quitar, te servirá perfectamente para esto ya que puedes despegar y mover las piezas tanto como quieras, pero cuando las fijas en un sitio, permanecen sin moverse. Consulta los consejos de organización que comento un poco más abajo. Cuando estés satisfecho con la colocación, ya tendrás práctica­mente el mapa hecho. Dibuja las murallas que quieras y ya ten­drás listo tu mapa.

Con alta tecnología

Si dispones de un ordenador con un programa de dibujo, o un programa que cuadricule las páginas, con una rejilla o similar, puedes hacer esto de una forma más fácil todavía. Una vez hecho esto, ordena los diferentes componentes, cuadra­dos y rectángulos en tu ordenador, al igual que se hace con las piezas de papel en la forma manual, sin olvidar dar un vistazo a los consejos de organización a continuación. Cuando estés sa­tisfecho con su disposición, añade las murallas que creas necesarias, salva el documento e imprímelo, y ya tendrás listo tu mapa.

Consejos de organización

Ahora que ya tienes las herramientas, vamos a darte algunos consejos acerca de cómo ordenar esos pedazos de papel, ya se­an reales o virtuales, de una forma lógica. Cuando los personajes estén en la fortaleza, lo más seguro es que pasen la mayor parte del tiempo en los componentes residenciales del lugar, tales como los dormitorios, cocinas, zonas de trabajo y es­tudio y sitios donde reunirse. Como mínimo dormirán y comerán allí, lo que supone ya más de una tercera parte del día. Por ello, em­pieza a trazar el mapa de los componentes residenciales y colócalos de forma que estén convenientemente cerca unos de otros. También piensa un poco al principio en el acceso a esta resi­dencia (a menudo a través de un salón o habitación común). Si esta habitación hace también las funciones de salón comedor, ponle la cocina adyacente. Si no es así, coloca el salón comedor cerca de la zona común que sirva de recibidor a los alojamien­tos, y coloca la cocina junto al salón comedor. Con frecuencia, las cocinas están en la parte trasera de los alo­jamientos, ya que allí se realiza de forma constante mucho traba­jo ruidoso, y ese no es el tipo de ambiente molesto que quieres para tus huéspedes, y menos para ti, por lo que esa zona se man­tiene fuera de la vista. Las cocinas también generan mucho ca­lor, lo que resulta una ventaja en invierno, pero a la vez se convierte en una molestia durante una tarde veraniega. Los baños y letrinas se colocan frecuentemente cerca de la fuente de agua. El agua es pesada, y cuanta menor sea la distan­cia que se deba acarrear, mejor. Los dormitorios suelen estar cerca de los baños o le­trinas, pero en la parte opuesta a la cocina.

Patios

Por lo general, los patios están situados en el centro de las fortale­zas, pero pueden tener formas diversas si estás dispuesto a ser fle­xible acerca de la definición que le des a la palabra, ya que tanto puede tratarse de un patio interior con forma de atrio, algo más marcial como un patio o plaza de armas o incluso la forma de un patio privado, llamado jardín secreto o corte. Comprar un compo­nente de patio y colocarlo en la parte frontal de tu fortaleza es al­go razonable ya que proporcionará una vista ajardinada a los visitantes que lleguen hasta la misma. Tradicionalmente, se sitúa un patio en el centro de la fortifica­ción, con el resto de edificios a su alrededor ordenados como si formaran una caja, lo que produce un área abrigada y privada protegida de las miradas de los curiosos. Algunas fortalezas más grandes poseen dos o más patios situados de forma semejante dentro de su estructura, de manera que crean diversas áreas don­de los habitantes pueden disfrutar del aire fresco sin tener que abandonar el abrigo y la protección que les brinda el edificio principal de la fortaleza, y sin salir realmente de ella. Por último, puedes rodear completamente tu fortaleza con un amplio jardín que se extienda desde la muralla si puedes comprar su­ficientes componentes de patio. Los constructores que piensen ante todo en la seguridad elevarán un perímetro amurallado o barrera a su alrededor, aunque eso impedirá que los que pasen por las cercanías queden extasiados por la magnificencia de tan grandes jardines.

Componentes funcionales

Los componentes funcionales, que incluyen todas las áreas de tra­bajo, como los talleres, laboratorios, y similares, a menudo se en­cuentran en el lado opuesto al del edificio de alojamiento principal creando dos alas diferenciadas: una como zona de vivienda y otra como zona de trabajo. Esta configuración es muy popular, ya que mantiene el área de vi­vienda aislada de las zonas de trabajo. Componentes tales como una herrería pueden resultar lugares ruidosos y producir olores desagra­dables, así que separándolos de los componentes de alojamiento es­tás mejorando el confort de tu fortaleza. Algunos constructores colocan las áreas de trabajo en otros edificios por este mismo motivo. Con frecuencia, los establos se colocan también en edificios separados, lo más alejados posible de la zona de vivienda, ya que se puede oler su desagrada­ble presencia a varias yardas a la redonda, y mucho más en verano, cuando se mantienen completamen­te abiertas las ventanas.

Componentes militares

Si tienes una muralla, tus componentes militares de­ben estar tan cerca de ella como sea posible. Por ejemplo, una barbacana cumple sus funciones ópti­mamente en la puerta o entrada principal, al igual que al menos un puesto de guardia (que si está uni­do o junto a la puerta principal pasara a denominar­se técnicamente cuerpo de guardia). La localización del resto de componentes mili­tares dependerá de la orientación de la fortaleza. Si quieres presentar un aspecto pacífico, manten los componentes militares o bien a un lado o bien de­trás de la zona de alojamientos, preferiblemente más cerca del área de trabajo que de la de vivienda. Si, por el contrario, quieres una fortaleza mili­tar, hacer una demostración de fuerza es una idea magnífica. En este caso coloca tus componentes militares más cerca de la entrada y ten en cuenta colocar al menos un puesto de guardia también detrás de la zona de alojamientos, para asegurarte de que está siempre protegida.

Defensas adicionales

Una vez tengas el resto del lugar deci­dido, debes elegir si quieres tener murallas al­rededor del conjunto o no. En una fortaleza recia y compacta, como podría ser un torreón, podrías pasar sin este gasto adicional. Si decides tener murallas, piensa en cómo quieres disponerlas. Si dispones de espacio suficiente pue­des alejarlas un poco de los edificios internos (inclu­so formando un perímetro completamente exterior a la fortaleza principal. En este caso, esta disposición de las murallas se denomina bañera). De este modo estarás seguro de que nadie puede simplemente escalar la muralla y entrar directamente en tu casa por una ventana o saltando al tejado. Si no dispones de tanto espacio, o de tanto dinero, considera adosar la muralla a uno o más lados de tu edificio principal, o de tus edificios. Asegúrate de que no hay ventanas en esos edificios hasta que superen la altura de las murallas, o las murallas te van a servir de bien poco. Como alternativa, puedes proteger las ventanas con barrotes u otros medios, pero aún y así, no resul­ta tan seguro como una sólida muralla.

Conseguir la aprobación

Una vez hayas trabajado en el diseño de tu fortaleza hasta tu completa satisfacción, hay una cosa más que debes hacer. Muéstrale tu diseño a tu DM, que debe­ría supervisar la estructura de forma cuidadosa antes de que se empiece a trabajar en la fortaleza. Solamente porque hayas conseguido diseñar tu fortaleza y hayas pagado el dinero necesario no significa que aparezca de sopetón, de la noche a la mañana, como si fuera una seta al final del periodo de construcción. El DM podría plantear proble­mas durante la construcción que los personajes de­ban solventar. Quizás mercenarios sin escrúpulos intenten tomar la fortaleza en construcción para su propio uso, o tal vez las excavaciones para hacer los cimientos revelen un complejo misterioso de cavernas. Otros problemas pueden re­sultar mucho más mundanos: el precio del mármol se ha dispa­rado de forma inesperada, o los albañiles pueden ir a la huelga. Si alguno de estos, u otros, problemas ocurren, date cuenta de que el DM no los está poniendo para ver cómo pones los ojos en blanco y te enfadas mientras discutes con el contratista de la obra o regateas con un lanzador de conjuros. Muy probablemente se trate de parte de una trama más compleja de la que solamente estás viendo el principio y que te conducirá a una apasionante aventura.

El baluarte de Piedrabríllante

Ejemplo de emplazamiento

El baluarte de Piedrabrillante
El baluarte de Piedrabrillante

Karlerren, un mago de 12º nivel, quie­re un pequeño baluarte que sirva de hogar y centro de operaciones para él y sus amigos aventureros. Reciente­mente, los personajes han eliminado a los muertos vivientes que infesta­ban una mina de diamantes, y el rey les ha encargado proteger la mina. El baluarte de Piedrabríllante se construirá en las montañas (lo que proporciona a Karlerren un des­cuento del 5% en las paredes de si­llería). Estará situado a dieciséis millas de la ciudad pequeña más cercana, Roblefiel, lo que hace que el baluarte sea un 1% más caro. El emplazamiento está en un área sin ley hasta que los personajes la im­pongan ellos mismos, lo que ofrece un descuento adicional del -10%. La mina de diamantes es una fuente de ingresos (+10%), pero algunos riscos elevados dominan el emplazamiento del baluarte por un lado, lo que hace que sea más fácil de atacar (-2%). Al sumarlo todo, el baluarte de Piedrabríllante obtiene un descuen­to neto del 1%, teniendo un des­cuento adicional del 5% en cual­quier pared de sillería. Karlerren to­ma nota del descuento en las pare­des para aplicarlo más tarde y con­tinúa con el paso 2.

Ejemplo de tamaño

Karlerren quiere que el baluarte de Piedrabrillante sea bastante grande, pero se ve limitado por sus recur­sos. Imagina que todo lo que quie­re puede caber en un total de entre quince a veinte espacios de fortale­za, por lo que apunta ahora un total de dieciocho espacios de fortaleza, sabiendo que más tarde puede cambiar de idea si es necesario.

Ejemplo de componentes

Karlerren quiere los siguientes componentes para el baluarte de Piedrabrillante: unos aposentos privados básicos para él (800 po), cuatro dormitorios para sus camaradas (dos componentes de dormitorios básicos, a 700 po ca­da uno), un baño básico (400 po), una cocina básica (2.000 po), un salón comedor (2.000 po), cuartel para 30 soldados (tres compo­nentes de acuartelamiento, a 400 po cada uno), tres puestos de guardia (300 po cada uno), una biblioteca básica (500 po), un la­boratorio de magia básico (500 po), un arsenal (500 po), una he­rrería básica (500 po), un almacén básico (250 po), una barbacana (1.000 po), y alojamiento para la servidumbre (400 po). Estos componentes cuestan 12.350 po y ocupan diecisiete es­pacios de fortaleza. En las próximas entradas del blog, veremos cada uno de estos componentes con detalle.

Ejemplo de paredes

Karlerren sabe que las paredes de sillería serán más baratas debido al emplazamiento montañoso del ba­luarte de Piedrabrillante, donde hay piedra en abundancia, aunque no tiene porqué construir los tabiques interiores también de sillería. Según veremos más adelante en próximas entradas del blog (pero para este ejemplo vale como muestra) una fortale­za de 17 espacios tiene un 40% de tabiques interiores y un 60% de muros exteriores, por lo que Karle­rren escoge tabiques de madera (sin coste adicional) y muros de si­llería, recibiendo un 5% de des­cuento debido a que el baluarte de Piedrabrillante está en terreno montañoso, y un descuento del 50% ya que él mismo puede lanzar muro de piedra (con 12 lanzamien­tos por espacio de fortaleza, debe lanzar el conjuro ([17 x 12] x 60%) veces, o sea 123 veces, lo que si dis­pone de 4 conjuros diarios de 5° ni­vel, le supone ocupar todos sus conjuros de 5° nivel durante 31 dí­as). Las paredes de sillería tienen un coste base de 6.000 po por es­pacio de fortaleza, lo que tras el descuento del 55% queda en 2.700 po. Si lo multiplicamos por los 17 espacios de la fortaleza resultaría un total de 45.900 po. Pero debido a que Karlerren solamente quiere los muros exteriores de sillería, pa­gará únicamente el 60% de esa ci­fra, o sea: 27.540 po.

Ejemplo de extras

Pensando en la defensa, Karlerren compra tres balistas (a 500 po cada una) con 200 cuadrillos de balista para cada una (200 po en munición para cada balista). Decide colocar sus puestos de guardia 20 pies más alto elevados en torres (400 po cada uno). Puede llenar los pi­sos inferiores de esas torres con otros componentes sin coste adi­cional, ya que los dos primeros pi­sos no tienen sobrecoste alguno. Además de la balista, cada torre tendrá cuatro aspilleras (la primera es gratis en cada torre, y ha de pa­gar 30 po por aspillera adicional). Karlerren decide que el baluarte de Piedrabrillante tendrá tres torres de guardia y otros tres edificios donde estarán el resto de compo­nentes. Pensando en su distribu­ción, decide disponer las estructuras en forma pentagonal, conectando los edificios con mura­llas a fin de crear un amplio perí­metro protegido. Recordando el descuento en paredes de sillería, construye murallas de 10 pies de alto que conecten las cinco estruc­turas (un total de 380 pies lineales de muralla). Cada sección de mu­ralla de 10 x 10 pies tiene un coste base de 600 po, así que las mura­llas costarían un total de 22.800 po, que con el descuento que tiene Karlerren quedarán realmente en 10.260 po, añadiéndose almenaje y un camino de ronda sobre la mura­lla sin coste adicional alguno, lo que permitirá que las tropas pue­dan luchar desde allí. Para la biblioteca, Karlerren compra libros de temas arcanos (1.500 po), historia (800 po) y te­mas locales (1.500 po). Decide mejorar todas sus puertas a puertas buenas de madera (20 po cada una y, como hay dos en cada espacio de forta­leza, esto hace un total de 680 po). Nuestro mago adquiere el equi­po completo de arquero para la mitad de sus tropas (a 88 po cada uno, suma 1.320 po para 15 hom­bres) y el equipo completo de guardia para la otra mitad (a 167 po, serán 2.505 po para los 15). A continuación instala una antor­cha siempreardiente con postigos en cada componente y una adicional en los dos componentes de dormito­rios básicos (ya que cada compo­nente tiene dos dormitorios). Puede hacerlas él mismo por 45 po y 4 PX cada una, o sea será un total de 855 po y 76 PX (17 componentes + 2 ex­tra, un total de 19 antorchas). Sus aposentos privados tendrán una es­tatua guardiana, que también puede crear él mismo por 500 po y 40 PX, al igual que puede hacer con la pie­dra de convocación de 5º nivel que piensa situar en la zona de almacén (por un coste de 6.750 po y 540 PX). Preocupado por la seguridad de su laboratorio de magia, utiliza un con­juro de ligadura para encadenar allí a un mastín sombrío que atacará a cualquiera que no pronuncie la con­traseña adecuada (4.700 po). Los extras para el baluarte de Piedrabrillante sumarán 34.940 po al coste de la fortaleza (sin olvidar los 656 PX que deberá pagar Karlerren).

Ejemplo de coste final

Los componentes, paredes y extras para el baluarte de Piedrabrillante suman un total de 74.830 po (12.350 de componentes, 27.540 por las pa­redes y 34.940 de los extras). Los modificadores por emplazamiento reducen esto en un 1% lo que supo­ne un coste total final de 74.082 po. La fortaleza tardará ocho semanas en ser construida, y Karlerren decide no acelerar su construcción, ya se ha gastado bastante dinero. Aparte de eso, ya estará suficientemente ocu­pado lanzando conjuros de muro de piedra y fabricando objetos mágicos para la fortaleza.

Tras la pantalla: tiempos de construcción y realismo medieval

En la Europa medieval, a menudo los castillos tardaban años en cons­truirse, y las estructuras realmente grandes tardaban bastante más. La construcción propiamente dicha de la catedral de Reims tardó un total de 80 años, si bien los trabajos adi­cionales y de decoración se alarga­ron durante siglos. Como ejemplo más cercano y extremo, la catedral de Barcelona, iniciada en el año 1298 se terminó en pleno siglo XIX. Periodos tan largos de construc­ción no se ajustan bien a la mayoría de campañas del D&D, debido a que el ritmo de vida de los persona­jes se mueve mucho más rápido. Los personajes podrían llevar a ca­bo diversas aventuras épicas mien­tras su castillo continúa en cons­trucción, y solamente podrían llegar a vivir en sus fortalezas ya termina­das una vez se hubieran retirado. Cualquier personaje que decida gastar su oro tan duramente gana­do en una fortaleza merece poder disfrutar de ella una vez terminada. Por supuesto, la magia acelera in­mensamente el proceso de construc­ción, y todos los costes y tiempos de construcción que vemos en estos ejemplos, suponen que estás utilizando la magia cuando sea la mejor herramienta para realizar un trabajo en concreto. Esta es la ra­zón por la que las fortalezas de D&D se construyen de una forma mucho más rápida de la que tardaron las del mundo real en las que se inspiran.

Referencias: Construir tu propia fortaleza (III), D&D, Guia del Constructor de Fortalezas

D&D

Rey de Urd; Tar-Formen (S. Rey del norte); Rey de Hielo; el Frío; el Sexto. Nazgûl.

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